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LIBERTAD, CONDICIÓN ESENCIAL DE LA VIDA |
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Libertad, condición esencial de la vida
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| Alguna vez el gran cronopio que es Julio Cortázar, respondiendo a la interrogante acerca de qué significa la libertad, dijo: “Si el hombre ocupa, por derecho propio, el punto más alto de la escala zoológica en la medida que tiene una conciencia, un sentido social y una memoria -que se ha ido convirtiendo a lo largo de las generaciones en lo que llamamos historia, por un lado, y cultura, por otro- yo diría que es gracias al ejercicio de su libertad”.
Esta luminosa verdad no tiene otra dimensión que la noción de que lo humano está intrínsecamente ligada a la noción de libertad. Separar la noción de libertad de la noción del hombre significa destruirlo. Esto explica el rotundo desprecio que tienen los regímenes totalitarios por la libertad humana. Y ese desprecio nace porque saben que limitando las libertades acercan al hombre a un estado primitivo. En un sistema represivo el ser humano no está llamado a disentir, sino a obedecer. La libertad es una condición sine qua non de la vida. En ese sentido la libertad del hombre se debe traducir en la práctica en libertad de pensamiento, de expresión y de acción en la difusión de sus ideas.
El periodismo independiente encamina su labor por ese sendero libertario. Periodismo independiente es hacer justamente esa pregunta que alguien del poder no quiere que hagas, pero que, quizá, todo un país está esperando escuchar. Y si se logra esa tarea profesional, se convierte en una expresión genuina de libertad de prensa. La definición esencial del periodismo independiente es servir a quienes están silenciados, constituyéndose en la voz de los que no tienen voz.
Otro de los valores del periodismo independiente es hablar con autonomía del Estado. Para que eso sea posible, hay que mantener una actitud de resistencia, pero también de insistencia en conocer la verdad por sobre la censura. Una de las convicciones de quienes pretenden hacer prensa independiente es reafirmar que por sobre cualquier circunstancia hay que hacer un periodismo sin temor ni favor, con el solo objetivo de informar y opinar con transparencia.
Con frecuencia se dice que la prensa libre es el oxígeno de la democracia, que una no puede vivir sin la otra. Esta idea la acuñó hace casi dos siglos el escritor francés Alexis de Tocqueville: “No es posible tener verdaderos periódicos sin democracia y no se puede tener democracia sin periódicos”, dijo. Y llegó a la conclusión de que en varios países del mundo las democracias, bien establecidas o incipientes, dependen del consentimiento de una ciudadanía bien informada.
Tal vez el autor citado no tomó en cuenta que en la sociedad contemporánea vivimos una democracia formal, simulada. Un simulacro de democracia que conculca en varios aspectos la libertad humana expresada en el irrespeto a los derechos humanos. Hoy día la opción es profundizar un periodismo de investigación que vaya hasta el fondo de los hechos detrás de la noticia. Un Periodismo Narrativo que consiste en realizar una investigación que genere un producto exclusivo, un texto narrado con los recursos de la literatura moderna y de las técnicas periodísticas. Ese periodismo narrativo nos pone frente al reto de crear una narración que emocione, ilumine y plante en la mente del lector historias y personajes indelebles, con una materia prima que es, nada más y nada menos, que la verdad. La libertad es la madre de la verdad sin ella no existe, no obstante, para que haya libertad debe también prevalecer la verdad. Cortázar tenía razón, solo la libertad permite al hombre reconocer su esencia humana en toda su dimensión existencial. |
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